martes, 4 de noviembre de 2008

MONÓLOGO MUY ENTRETENIDO


Hace unos días, encontrándome amorronado en mi butaca en la hora tonta después de comer, y entre abrir y cerrar de ojos, mi subconsciente entabló un monólogo sobre las inspiraciones creativas. Monólogo muy entretenido que, a veces no comprendía, debido a la complejidad del mismo.
Cuando más entretenido estaba e inspirado me sentía, unos golpecitos en el hombro me llevaron a oír a mi mujer decir: Manolo, el café se enfría. Ahí terminaron mis momentos de gloria.
Tras el café de la sobremesa y, como la tarde gris y lluviosa me estropeaba el paseo con mi perro Pepo, de nuevo volví a la butaca a intentar disfrutar y conectar de nuevo con esa corriente creadora que, el cafecito interrumpió.
Sin modorra, sin inspiración, sin ganas y gris como la tarde, me levanté y me puse por ponerme, delante de un documento en blanco abierto en Photoshop.
El documento y yo, nos mirábamos con desafío, a ver quien podía más y, entre miradas y miradas, fueron surgiendo ideas.
Vi al documento como un espacio vació y sentí las ganas de llenarlo de algo ¿pero de que? Nada, no había formas, las ideas se marchaban y las veía poco realista.
Puse música, de esa que oímos en la consulta del dentista y, entre miradas y los acordes de la pieza, empecé a ver la cosa algo más clara.
Dicho y hecho, las ideas fluían, tantas que, para realizarlas todas, tendría que utilizar más de un documento en blanco, pero no estaba la tarde para eso, así que, eché mano de mi archivo fotográfico, y sin darme cuenta me vi delante de un toro blanco amenazador de 50x200 cms, al cual convertí en un lugar público virtual, llenándolo de elementos, figuras etc. etc...
Lugar virtual creado en Photoshop, cuyos elementos y personajes como he dicho anteriormente, han sido sacados de mis archivos y, tras utilizar a estos en la composición fotográfica, han dado lugar a contar una historia.
Con pegados, redimensiones, capas, máscara de capas, fusiones, acciones etc. etc.., y las ideas cada vez más clara, fui componiendo una escena.
Cuando más a gusto me encontraba contemplando el final de la obra y metido en mi papel creativo, oí una voz, que decía: Manolo, la cena se enfría. Pero esto es otra historia que algún día contaré
La composición por sus dimensiones, la he dividido en tres partes, para que se vea mejor.
¡Ah¡ este trabajo al igual que toda obra mía, está creada solo y exclusivamente para mi, sin pretensiones, hago aquello que me gusta y aunque esta ventana está abierta a todo el mundo, ha sido creada para contar mis vivencias artísticas y enseñar mis cosas a aquello/as que están conectados a las mismas energías por las que navego, para que disfruten con ellas, como yo he disfrutado haciéndolas,
MORALEJA: Cuando el alumno está preparado, solo entonces aparece el maestro.